domingo, 16 de diciembre de 2012

Una cuestión de dignidad

Escudo de Colombia por Bacteria 3D

Noviembre se fue disolviendo en medio de la basura que dejó la celebración del Halloween, en medio del patetismo y la ostentación controlada del once del mes en cuestión en Cartagena, con sus reinas como semovientes exhibiendo sus carnes, en medio de la anticipación desmedida e invasiva de una Navidad en la que el significado religiosos se va a la caneca de la basura al mismo tiempo que las coletillas de los retiros en efectivo y las compras a crédito, al mismo tiempo que los caprichos climáticos del altiplano anegaban y agrietaban el asfalto alternando soles caniculares con tardes de cielos descuajados en devastadores aguaceros que dejan al desprevenido transeúnte emparamado y atontado. Y para el último día de noviembre la vicerrectoría académica de la Universidad Nacional de Colombia convocó al público en general para un recital del músico boyacense Jorge Velosa Ruiz, sus Carrangueros y la Orquesta Filarmónica de Bogotá; fiel a sus caprichos, el clima se presentó benévolo en las primeras horas de la mañana, pero se tornó torvo y temerario hacia el mediodía y finalmente hacia la una de la tarde disolvió el concierto con truenos, rayos y centellas. Del mismo modo en 2003 la Universidad Jorge Tadeo Lozano inauguró la nueva sede de su biblioteca con un concierto del cereteano Francisco Zumaqué. Y del mismo modo todo terminó en la estampida de las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, del estudiantado y de los curiosos y entusiastas que habíamos ido a escuchar en vivo y en directo el “Sí, sí, Colombia/ Sí, sí, Caribe” que había acompañado tantos goles de la otrora brillante selección Colombia de fútbol. Pero es que en Bogotá todo lo que se presente al aire libre corre serios riesgos de lluvia y todo lo que eso conlleva; es como parte de la identidad de la ciudad, como parte de lo que implica ser bogotano o colombiano.

domingo, 18 de noviembre de 2012

A quien interese

Paisaje urbano con espátula

Lo mejor es empezar por el principio: el sueño de toda mi vida ha sido contar con unos amigos que tengan la férrea voluntad de hacer música. Para ser honesto, una básica pero talentosa y descollante banda de rock and roll. Pero tal anhelo es algo exagerado teniendo en cuenta que mis amigos músicos tomaron, hace rato ya, sus caminos y no les va nada mal; cuento entre mis compañeros de lides universitarias con uno que pasa por estrella local del sampleo y el hardcore digital valiéndose de su poderoso mugido gutural. Otro hizo una fulgurante carrera de fusionista latino en su breve paso por París. Y, el más entrañable, es un exitoso músico científico en Berlín. Entre otras cosas este último fue productor y músico en mi primer proyecto lúdico-poético-musical: Consejo de anciano, producido en 14 delirantes jornadas que competían con mi diario profesional, por allá en los estertores del siglo XX y los albores del XXI. Como dato curioso en esa época mi labor consistía en trascribir textos de literatura clásica para convertirlos en un guión a ser leído por un locutor profesional y destinados a ser escuchados por personas con poquísimas aptitudes de lector en un dispositivo fonográfico, valga el arcaísmo.

domingo, 21 de octubre de 2012

Una soledad demasiado ruidosa

"Kurt Cobain", Mathías Izquierdo

Un agradecimiento a Bohumil Hrabal por el préstamo de este título.

Por más de tres semanas me di a la tarea de recorrer los sectores preferidos de ésta, mi amada, desvencijada y sonora ciudad. Desde la Biblioteca Luis Ángel Arango hasta la Pontificia Universidad Javeriana y descendiendo luego por la diagonal 42, como quien va en busca de un sosiego, rematando con celeridad en la Universidad Nacional de Colombia, se me fueron varios días de esas semanas inciertas, confusas. El verano se suspendió un miércoles en la noche del recién llegado octubre y las puertas del cielo vaciaron toda su capacidad de anegación en un torrente que hasta el sol de hoy no ha parado sino lo suficiente para no morir ahogados o por la inevitable aparición de un virus que en otra parte del mundo sería motivo para que los hospitales entraran en alerta amarilla y que aquí el sistema de salud controla y extermina con ibuprofeno y agua de panela caliente. Todo parece indicar que con el fin de los días soleados de seis a seis, el paso raudo de la semana de receso y el regreso de los meses con días festivos, se regularon las situaciones y la necesidad de escribir. La caminata, la bicicleta y las gafas de sol fueron los actores que entraron en huelga una vez regresó todo a la normalidad. Cabe anotar que las jornadas de reflexión y caminata son largas, extenuantes y no muy reconfortantes teniendo en cuenta el estado actual de la ciudad, de la sociedad. Me encontré con las marchas de los muchachos de las universidades públicas, del Servicio Nacional de Aprendizaje, del sector judicial y del aniversario del impune asesinato de Jaime Pardo Leal, quien cayó víctima del exterminio paramilitar que aniquiló con saña el partido político Unión Patriótica, propuesta de varios actores del conflicto, el cual contaba con la participación de desmovilizados del ELN, del movimiento de autodefensa obrera y el apoyo de las FARC y el EPL.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Historias septembrinas

"Amistad", Marijo Logghe

Amanece. Una brisa helada, devastadora, baja desde los páramos de la cordillera y arrasa con todo vestigio de calor sobre la sabana de Bogotá. Las calles empiezan a poblarse de presurosos ciudadanos que terminan una larga semana de septiembre, semanas laborales de seis días, porque en este sistema no hay manera de descansar, de dejar de producir, de consumir, de ocuparse. Ya habrá tiempo en vacaciones, si los hijos dejan algún momento libre, claro. Ya habrá tiempo para soñar, para viajar, para ver el futuro hacerse presente y, entonces, ya no habrá más tiempo. Mediados de septiembre y los comerciantes informales han comenzado a armar sus toldos e improvisados mostradores en medio de cualquier espacio libre, en las vías peatonales, en los separadores y glorietas, en los resquicios de los edificios inconclusos. Como no hay festivos en este mes, el comercio se las ha ingeniado para seguir sacando provecho del consumidor que resulta siendo veleta a los vientos de las necesidades del capitalismo. Para la segunda semana de este mes se celebra en este lado del mundo el Día del Amor y la Amistad, preámbulo del inicio del fin de año, así de simple. Antes y después del dichoso día se viene anunciando la fiesta del Halloween (que aquí le llaman la Fiesta de los Niños cuando el Día del Niño, declarado por la Unicef, es en abril) y con eso queda sentenciado el fin de año. En este punto la Navidad a la vuelta de  la esquina está.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mi ruana, mi zarape, mi cultura

"Palomas hacia el mundo",
Patricia Sánchez F. Saiffe

Por múltiples razones existen semanas en las que me corresponde permanecer enclaustrado entre los miles de libros que ya no caben en la casa, entre los miles de datos que nos llegan por el correo electrónico, ocupado en la atención a las mascotas –que son los hijos que decidimos no concebir por nuestros propios medios– y, por supuesto, en compañía de la caja idiota que resulta siendo un buen escape para la rutina de lunes a lunes. Y es que la salida al centro de la ciudad, a los sectores de comercio y entretenimiento, es la mejor terapia para el estrés, para los conflictos maritales, vivenciales, existenciales y hasta religiosos. Los políticos no, esos hay que resolverlos desde el intelecto y el sigilo. Como venía diciendo, es en la salida, en la escapadita a las bibliotecas y las conferencias, donde se hallan los mejores temas de conversación, de reflexión y hasta de polémica.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Pintor, artista, hombre

"Coleópsama Artis X", Omar Rayo

La ciudad en la que habito es tan grande que es prácticamente imposible de conocer en su totalidad. Un importante sector de la población, la que sostiene al resto, vive en lugares localizados lo más alejados en lo posible de su lugar de trabajo. Esto se traduce en una sustancial reducción de su tiempo libre puesto que se les va buena parte de la vida apretujados en alguno de los medios de transporte de esta ciudad. No tiene el ciudadano promedio ni el tiempo, ni los medios, ni la disposición para observar su ciudad de una manera diferente, no puede apropiarse ni de sus espacios, ni sus escenarios cuando pasa de afán para cumplir horarios y reglamentos que lo reducen a su mínima expresión. Hace unos años escuchaba a alguna persona cercana a la familia decir: “es que ver películas colombianas no tiene gracia, uno conoce todos esos sitios que muestran ahí”; es evidente que la persona en cuestión no le daba el valor suficiente a los espacios de nuestra patria, de nuestra ciudad, para ser específicos, como para aparecer en un film. La gente va por la ciudad angustiada por la falta de trabajo, por la inseguridad, por los bajos salarios, la falta de oportunidades, el desgaste diario de sobrevivir.

domingo, 26 de agosto de 2012

Ñeros, gamines y gamberros

"Niños callejeros", Diego Silguero

"A mi ñero llevan pa’l monte"
“Señor Matanza”
Mano Negra

Bogotá, Distrito Capital, mediados de los años ochenta. En casi cualquier parte de la ciudad retumbaba el sonido alienante y repetitivo del merengue dominicano, del vallenato, del pop español que habíanse aliado como un ejército invasor que anulaba la posibilidad de disfrutar otros ritmos. Los rockeros y los amantes del Caribe salsoso y el jazz nos refugiábamos en las casetas de música que ocupaban las aceras de la Avenida 19, hermosa desde la calle Décima hasta la tercera donde moría el comercio formal e informal a la entrada del Instituto Colombo Americano. No conozco a casi nadie que no haya intentado aprender el “english” en ese resquicio de colonialismo. Por esos mismos días en la televisión nacional se encontraban enfrentadas dos comedias familiares que se transmitían simultáneamente en dos de los tres canales activos: Don Chinche –a quien recordamos ya en esta columna– y Lazos familiares, la plataforma de lanzamiento de un actor ícono de esos años, Michael J. Fox, quien en la actualidad lucha contra el mal de Parkinson de la mano de Muhammad Ali.

domingo, 19 de agosto de 2012

Perro viejo

Fotograma de la película animada "El viejo y el mar",
realizada en óleo sobre cristal por Aleksandr Petrov

El año pasa raudo y veloz por nuestras vidas; una vez se les da la bienvenida con bombos y platillos, los recién estrenados 365 días del nuevo ciclo solar se van tan rápido como el sueldo básico de la inmensa mayoría de los colombianos. Febrero parece eterno para los ciudadanos de este país que figura como uno de los que cuenta con mayor número de festivos, gracias a la siempre bien recordada ley Emiliani –promulgada en 1983 por un eminente padre de la patria con este apellido–, que traslada algunos festivos al lunes siguiente. Pero apenas llega el día de San José y se avecina la Semana Santa, las semanas cogen  vuelo y los acontecimientos empiezan a desfilar por los noticieros con la vertiginosidad de una carrera ciclística de persecución individual o por equipos en pista. En un abrir y cerrar de ojos el cliente en cuestión está planeando el paseo de mitad de año y cuando llega el otro mes sin festivos la vaina va tan embalada que el colombiano promedio se ve, de un momento a otro, apostándole a la candidata de su terruño en el Reinado Nacional de la Belleza en Cartagena, tal vez el más afrentoso derroche de lujo y dinero en una ciudad cuya población regular sufre todas las necesidades imaginables.

domingo, 5 de agosto de 2012

Tierra firme


"Nevado del Tolima", Giovanni Ferroni

Escribir es uno de los oficios más solitarios y de mayor dificultad. No es una decisión fácil, no se tiene mayor apoyo por parte de familiares y amigos, no es un trabajo que redunde en grandes ganancias –excepto que se meta uno a trabajar en la alienación y produzca telenovelas–, y en sí es una ocupación ingrata. El primer obstáculo al que se enfrenta un escribiente es el inconmensurable espacio vacío de la pantalla o la hoja en blanco, el abismo insondable de la ausencia de un tema, de una trama; el trabajo de parto intelectual que es articular un personaje, darle un aspecto, una identidad, una personalidad verosímil, consume energía, demanda paciencia, se gastan miles de horas nalga, para utilizar una expresión de un historiador español divertidísimo que conocí en un nefasto seminario de esos abiertos a todo público y donde sólo entran especialistas a acicalarse el ego unos a otros. Y es esta cuestión del ego, en estricto, uno de los mayores enemigos de la escritura. Todas las personas consideran que pueden o deben escribir, que son buenos escritores. Pero, señores y señoras, escribir demanda tanto estudio, disciplina y constancia como la que requiere un tenor para llegar a la Scala de Milán. Las letras son un talento que sólo se desarrolla con el pertinaz ejercicio de la lectura y de la memoria. Por ahí dicen que la imaginación es la loca de la casa, pero para el escritor es su niña consentida, y hay que ver lo que se logra cuando la loca y la memoria se van de juerga y se clavan sin temor en un texto. Los recuerdos son un detonador poderoso que muchas veces se activa con la casualidad de una canción que suena en el radio de un taxi que cruza la ciudad a la madrugada.

lunes, 30 de julio de 2012

Los pantalones en la casa

"Las cigarreras", Gonzalo Bilbao

A lo largo de los 365 días del año el consumidor promedio vive una suerte de acoso, de hostigamiento permanente por parte del sistema capitalista que se ha ingeniado una serie de fechas especiales para obligarlo a gastar, a adquirir cosas que, probablemente, jamás ha necesitado, y si es por televentas, probablemente, jamás use. En el principio estaba la Navidad, la más importante de las festividades litúrgicas; antaño el padre cabeza de familia se deslomaba todo el año, sacrificaba las vacaciones de mitad de año, sus prestaciones y su prima de fin de año para darle un detallito chusco a cada uno de sus seres queridos, que incluían a los suegros, la tía política, los primos taraditos y el mejor amigo del primogénito. Con el tiempo y el crecimiento de la población, la modernización y el auge del sistema oferta demanda, las fechas se ampliaron, se abrió todo un espectro de posibilidades para agasajar, conmemorar y regalar al prójimo casi en cualquier día del calendario. Vino, por ejemplo, el día de la madre. Enmarcado en mayo, mes de la Virgen María, otro de los tantos sincretismos que operan en la religión católica, esta época del año era dedicada en la Antigua Grecia a Artemisa, la hermana gemela de Apolo y deidad de los animales salvajes, el territorio virgen y la virginidad misma. Sincretismo o catolización de costumbres paganas, mayo terminó siendo el mes de María y, por extensión, de todas las madres. Les corresponde el turno a hijos de todas las clases y pelambres de sacarse un ojo pensando y reuniendo el dinero para el regalo de la progenitora que, en la mayoría de los casos, resulta siendo un costosísimo presente para que la homenajeada siga en sus funciones de doméstica con equipos de última tecnología.

domingo, 22 de julio de 2012

Jorge, mujeres y marineros

"Combate entre don Carnaval y doña Cuaresma",
Pieter Brueghel el viejo

“Cristo no era más que un judío romántico revolucionario”
El país del carnaval
Jorge Amado


Hace algunas semanas cité a uno de los mejores escritores en idioma portugués que ha nacido de este lado del Atlántico. Y aunque tengo profundas dificultades con la lengua del Brasil, no he tenido la menor dificultad con la literatura de Jorge Amado. Pero mi relación con la obra de Jorge Amado no nace en la biblioteca y sus obras impresas sino en la pantalla del televisor, allá en 1985, cuando por la magia del Betamax los menores de dieciocho pudimos ver mucho más de lo que algunos padres permitían y mucho menos de lo que nos merecíamos, en una época en que la literatura latinoamericana se tradujo en buenas películas como La mansión de Araucaima, El beso de la mujer araña y tantas otras. Las dos primeras veces que pude ver Doña Flor y sus dos maridos me sentí igual de incómodo. En una ocasión vi la película con los papás hippies de un compañero del colegio, nos divertimos a mares con algunas escenas y expresiones cachondamente subtituladas por españoles, quienes parecen estar en esa misma condición todo el tiempo. La segunda vez fue cuando la televisión nacional comenzó a importar las películas más taquilleras de la época; entonces, los televisores de los hogares colombianos empezaron a llenarse de luminarias como Stallone, Schwarzenegger, Michael J. Fox y, claro, la despampanante Sonia Braga, la diva brasilera cuya plataforma a la fama fue una telenovela hito de la televisión latina: Baila conmigo. Justo la noche en que estrenaban la cinta mi madre se negó a dormir, a pesar de trabajar como hormiga toda la semana. Vi la dichosa cinta rojo de vergüenza, ella no hizo ningún comentario, hasta que a Vadinho, en la noche de bodas, le solicita con premura acariciar el conejito a Flor. “Qué tipo más atrevido”, fue lo que soltó a manera de taco.

domingo, 15 de julio de 2012

Una hamburguesa, una Chopper y un milagro

"Ezekiel 25:17", Michael Kozlov

El verano en Bogotá ha terminado. Las noches están acompañadas de tormentas paramunas, con su eterna lluvia, agujas de hielo que penetran la piel, un frío polar que barre las calles y me hace pensar en la gente que duerme en ellas, en las prostitutas apostadas en el barrio Santa Fe con sus diminutas faldas y los gigantescos escotes por donde se cuelan el viento y las miradas. Pero es este clima al que mejor me adapto; los atardeceres grises, encapotados, me impulsan a recorrer las calles de sectores como Palermo, La Soledad, La Candelaria y me hacen irme lejos del presente, de la situación económica, de la corruptela generalizada que afecta hasta el campeonato rentado de fútbol profesional. Me largo para otras tierras, para otras épocas; el reflejo de las lámparas de tungsteno sobre el asfalto, húmedo y derruido, tiene el mismo efecto hipnótico que el strober en una discoteca. Me conecto al dispositivo y le pongo banda sonora al escape.

domingo, 8 de julio de 2012

Poeta como ningún otro, loco como todos

Bodegón típico de la región Sinú,
Lucho Jiménez

Corrían los mediados de los años noventa, yo apenas iniciaba mis estudios de literatura en la Universidad Javeriana en el sector de Barranco Colorado, ahora conocido como el barrio Cataluña, cuando me enteré por el noticiero del mediodía de su muerte. Se había ido bajo las ruedas de un bus de transporte urbano, quién sabe si voluntariamente o delirante en su viaje por este mundo que él vivía a través de sus versos, de los atardeceres sinuanos y de los sonidos de la música sabanera. No conocía aún la obra de este cartagenero de nacimiento y cereteano de crianza, enamoradizo con el entorno, pero sabía de su existencia pues los medios habían reparado en su indigencia y en la publicación de su primera antología como una noticia de gran audiencia… Así el grueso de la población no tuviese la más remota idea de quién era Raúl Gómez Jattin. Su muerte me dolió en un lugar que no supe, y no sé, ubicar. Me dolió hondo, lento, como esa inyección que le ponen en la espina a los operados, me sentí un poco huérfano de un familiar que no conocía hasta ese momento.

domingo, 1 de julio de 2012

De la burra al caballito de acero

"Un paseo en bicicleta", Aída Emart

Bogotá es un micro universo explayado en 775 kilómetros cuadrados, bordea los diez millones de habitantes y posee los más insospechados tesoros al interior de sus barrios. Comidas, salones para eventos (la muerte de las fiestas familiares), mercados populares donde las hortalizas, las frutas y las carnes están tan frescas que el mercante sale mareado con la barahúnda de olores. Carreras y calles donde pululan los comercios de cachivaches, porcelanas, platos, pocillos y ropa de toda marca, índole y precio. Pero hablo en estas líneas de las cosas que se descubren casi por casualidad en el vivir en una ciudad de estas dimensiones.

domingo, 24 de junio de 2012

¿Y esa vaina con qué se come?

"Sucre atardecer", Juan Carlos Díaz Méndez
En la mañana del sábado me desplazaba con mi hijo por las calles de un barrio cuya reputación es dudosa, el San Jorge Central; entre chiste y chanza resultamos hablando de la naturaleza violenta del ser humano, de la inclemente ola de violencia que ha forjado la historia de este país y, como en la divagación está el placer, resultamos hablando de migraciones, mutaciones y fusiones de la música. Colombia debe su riqueza musical no sólo a la inmensa variedad de ritmos y géneros que se dan en el territorio nacional, sino que debido a las migraciones como la colonización antioqueña y los desplazamientos forzados como a los que fue sometida la población sabanera de Sucre a causa de la Guerra de los Mil Días, las músicas se han trasladado, mezclado, nacido y muerto.

domingo, 17 de junio de 2012

Caicedo y Nereo, juntos en la capital

Acuarela del barrio La Candelaria de Bogotá,
por Tr3s Más

Recorrer el barrio de La Candelaria en esta época del año es especialmente agradable; verano en Bogotá no da tanto como para una canción como la recordada “Un verano en Nueva York” de la Universidad de la Salsa, El Gran Combo de Puerto Rico, pero sí para llenar de adjetivos y descripciones estas páginas. Los techos de teja de barro resplandecen con la luz del astro rey cayendo en perpendiculares, los edificios refulgen desde el oriente, enmarcados en el azul intensísimo de los cerros. Hasta hace unos años la capital era una ciudad gris, opaca, llena de edificios vetustos y, en términos generales, una ciudad poco amable. Pero de un tiempo para acá se ha convertido en un destino turístico obligado.

domingo, 3 de junio de 2012

Amanecí otra vez…

"Trapiche", Ponpeyo Delgado Torres

No hay manera de saber, comprender o imaginar siquiera lo que pasa por la mente de otra persona. No es posible explicarse por qué un día un individuo se levanta sicótico y la emprende contra el mundo. Dicho de otra manera, no se puede saber por qué la gente se levanta con el mico al hombro. Pero es que la situación actual no da para otra cosa. Desde el vecino buena onda, farrero y desconsiderado que rumbea hasta las 3:00 a.m. con puro hardcore y salsa dura a todo volumen, hasta el personaje que, aparte de robarse el erario, se indigna porque algún ente de control le va a abrir investigación por lo que él considera una ligereza de su parte. Así a quién no se le salta el taco de vez en cuando.

domingo, 27 de mayo de 2012

Amor por Bogotá

"El Grito", Edvard Munch

Cuando uno ama lo hace de manera incondicional, y puede que no acepte defectos ni errores, ni perversiones ni fallas en el objeto amado. Al menos, se adapta a ellos, los incorpora a su vida y no es extraño que termine hallándoles un irresistible encanto. Eso, exactamente, es lo que me pasa con Bogotá. La amo, aún y con todas sus falencias. Lo que me preocupa es que se me está volviendo un amor enfermizo.

domingo, 20 de mayo de 2012

¡Reflauta, arde mi chalet!

"Condorito", Pepo

El proceso de aprendizaje de la lectura es, probablemente, una de las situaciones más complejas a las que se enfrenta el ser humano, sin la cual está indefenso ante los embates de los medios y corre los letales peligros de la ignorancia. Todas las personas tienen ideas, imágenes, ambientes colaterales a tal proceso de aprendizaje, la profesora Hortensia o con algún nombre llevado al más absoluto diminutivo como la señorita Rosita; los cuentos de Pombo o de Pisotón, simpático personaje de la promoción de lectura, un hipopótamo de pedagógicas peripecias.

domingo, 13 de mayo de 2012

Glotonería cachaca

"Armonía en rojo", Henri Emile Benoit Mattise

Una semana de trabajo y estudio en Bogotá significa que el ciudadano se debe armar de paciencia; una buena provisión de ropa para distintos climas, que pueden ser tres en una misma tarde; y dinero y valor para treparse en los buses articulados en donde se verá sometido a todo tipo de vejámenes, toqueteos e intentos continuados de robo, chalequeo y roces con los demás indignados que se transportan en los dichosos buses. El centro de la ciudad es un infierno en vida, roto, desvencijado, víctima de una titánica lucha entre la recuperación de la zona histórica y el avance apabullante de la modernidad. Para poder ir a la Biblioteca Luis Ángel Arango y después hacer cualquier diligencia de banco, el habitante de la ciudad debe disponer de, mínimo, dos horas; saltar cráteres que parecen impactos meteóricos y para enfrentar tal odisea necesita alimentarse, bien y barato. He aquí una guía práctica para que el sufrido ciudadano coma rico y no se quiebre en el intento.

domingo, 6 de mayo de 2012

Zoopicaresca

"New Years Eve in Dogville", Cassius Marcellus Coolidge

Desde tiempos inmemoriales el hombre, la mujer, los niños y niñas han tenido una fascinación irresistible por los animales; desde los taurófilos, cirqueros y traficantes que ven en los bichos un lucrativo negocio, hasta la nena consentida que estrangularía a su madre por un tierno gatito. Y la inclinación por los animales nos impulsa a humanizar sus comportamientos. Pero el problema es que los seres racionales, en nuestra soberbia exacerbada, tenemos la firme convicción de que la ausencia de pulgar oponible le impide a los animales desarrollar malicia, suspicacia, picardía. Soy consciente de que biólogos, zoólogos y etólogos se me van a venir encima argumentando la osadía de meterme en un tema tan complejo como el comportamiento animal. Pero como soy terco como una mula y hablo como una lora, me limitaré a decirles que lo que quiero plasmar aquí es una suerte de bestiario-anecdotario.

domingo, 29 de abril de 2012

Una tarde de sol y poesía en Bogotá

"Apuntes", José Mongrell Torrent

Durante el último año Colombia ha sufrido varias olas invernales que han dejado al país en un estado crítico y casi de postración al que ya estamos más o menos acostumbrados los colombianos. Bogotá es una ciudad fría, lluviosa y amarga en estas temporadas; es por eso que los escasos días de sol son motivo de cambio en el comportamiento del habitante de la hipertrofiada urbe; los nativos de provincia sacan sus mejores y más vivas prendas que les permiten imaginar que están un poco más cerca del abandonado terruño de climas y gentes más amables. Los autóctonos del altiplano sufrimos una descompensación en nuestro modus vivendi y un súbito contagio de alegría tropical. Claro está que para el ciudadano de a pie o de Transmilenio, para hacer más angustiante la cuestión, las jornadas de clima veraniego son una espantosa tortura, máxime si es viernes en la tarde y se tiene que someter al desplazamiento forzoso de atravesar la ciudad en un vehículo.

domingo, 22 de abril de 2012

Un daño mental

"Campbell's Soup Cans", Andy Warhol
El ser humano contemporáneo está sometido a un continuo bombardeo de los medios masivos de comunicación; pero, en estricto, lo que agobia el existir del ciudadano es la publicidad, la propaganda, las campañas de expectativa. Al sentarse una tarde cualquiera a dilapidar horas, neuronas y robarle tiempo de calidad a los seres queridos, se encuentra el televidente con una ráfaga de mensajes equívocos, mal armados, tendenciosos y alienantes. La publicidad es el brazo armado y contundente del capitalismo. No voy a ahondar en teorías ni en conceptos de su necesidad o no. Pero cuando el televidente prende sus alarmas y se detiene a analizar el contenido de algunos comerciales puede quedar absorto, sorprendido y hasta indignado.

domingo, 15 de abril de 2012

Tengo sed

"Río Bogotá", Roberto Páramo
Abril lluvias mil reza el ancestral refrán que acompaña la llegada de esta temporada en Bogotá. También es sabido que en Semana Santa, así el verano tenga apretado por el gaznate a la población sabanera, llueve inmisericordemente de miércoles a Domingo de Resurrección. La sabiduría popular no se equivoca, y es que Bogotá es desde muchos puntos de vista una zona húmeda. Contrario a los conceptos decimonónicos y rezanderos, Monserrate no es un volcán. Tales erratas permanecen hasta hoy día, como lo demostró el popular Pirry, periodista alternativo y osado que no tuvo el menor reparo en soltar esta perla en History Chanel. Pero sí es cierto, comprobado científicamente, que buena parte del altiplano cundiboyacense era un gran, hermoso, profundo mar mediterráneo. Una vez vaciado este mar, quedaron la sabana y sus cordilleras circundantes salpicadas de enormes y elevadas lagunas (Tota es la segunda laguna más extensa de América Latina), y la región, donde ahora se asienta esa gigantesca masa de concreto que es Bogotá, un rico y prístino sistema de humedales.

domingo, 8 de abril de 2012

Otra Semana Santa en Bogotá

Manu Chao a lápiz por la artista argentina
Belén Desmarchelier

La Semana Santa es un acontecimiento, una conmemoración que paraliza la vida social, económica y política del país, mas no la cultural. Cada dos años y desde 1988 el Festival Iberoamericano de Teatro le da un tono carnavalesco a la Semana Mayor, como si no lo fueran ya las procesiones y las hordas de católicos corriendo despavoridos en dos direcciones precisas: el descanso y la iglesia. Precisamente en ese primer año del festival se le ocurrió a la genial y fallecida Fanny Mickey traerse la obra más polémica a nivel iberoamericano: Teledeum, del grupo brasileño Ornitorrinco. Bajo la dirección de Caca Rosset, la puesta en escena es una desenfadada crítica a los medios y su mejor excusa es la transmisión de una ceremonia litúrgica; dadas las condiciones, empiezan a desfilar una serie de  jerarcas eclesiásticos mostrados como seres comunes y silvestres, hasta vulgares si se quiere. Como consecuencia de la presentación de tan desfachatado grupo con obra tan agresiva en plena semana de Pasión, se produjo un virulento ataque de las autoridades católicas, la mayoría de ellos octogenarios radicales irreductibles.

domingo, 1 de abril de 2012

Confesiones de un rockero

"I was a rich man plaything",
collage de  Eduardo Paolozzi

El barrio Galerías –antiguamente conocido como Sears ya que un punto de la prestigiosa cadena fungía de epicentro de las actividades del naciente barrio–, siempre ha sido uno de los sitios preferidos por mis amigos y por mí mismo para vivir una que otra temporada. Uno de esos amigos, denodado camellador y cultor absoluto de la música afroantillana, me invitó en estos días, un viernes de rojo intenso por la contaminación y el calentamiento global, a conocer su aparta-estudio. Mientras lo esperaba frente a la monstruosa papelería con ímpetus de Office Depot, observé entre aterrado y divertido una serie de jóvenes ataviados al mejor estilo de Rick Askley, copias perfectas de las pintas de los personajes adolescentes de una serie que se llamaba Dejémonos de vainas. En otras palabras viajé en el tiempo y me vi lanzado sin previo aviso a mediados de los años ochenta del siglo XX.

miércoles, 21 de marzo de 2012

De Mamertos y otros bichos raros

"La libertad guiando al pueblo",
Ferdinand-Victor-Eugene Delacroix

–Pá’, me voy a presentar a la Universidad Nacional –me dijo con el mismo afán que me decía “hoy juega la Equidad Seguros”… Muy bien, pensé en mi fuero interno.

–¿Y a qué? –pregunté sin el menor interés, dada la confianza del caso.

–Sociología –respondió el adolescente en la misma tónica. Mierda, otro Mamerto en la familia, fue mi pensamiento cuasi respuesta.

Por esos mismos días tuve un fuerte roce político-idelógico con un viejo compañero de aventuras y aguardientes y, en medio del fragor de la discusión, me espetó en el rostro: ¡Qué comentario más Mamerto! Di por terminada la conversa, bogué hasta el fondo mi vaso de whiskey escocés y abandoné el lugar rumbo al taxi que, impaciente, me esperaba desde hacía quince minutos….

martes, 13 de marzo de 2012

La radio ayer, hoy, siempre

Pintura de Ernest Descals creada como homenaje
al locutor de radio Vice
nc Comas

La escena no deja de ser curiosa tratándose de un día cualquiera en la segunda década del siglo XXI: una empleada de servicio doméstico juega con el menor de los niños en el jardín de la casa. Lo que llama la atención es que los juegos están acompañados por la música, los comentarios y los comerciales de una emisora tropical que suena desde el aparato celular de la niñera, igual que hace años, los años de la panela según lo cuenta Daniel Samper Pizano en uno de sus sabrosos Postre de notas que aparecían en la revista Carrusel de los años ochenta del siglo pasado. En este texto en particular don Daniel recrea su experiencia con dos empleadas de su humilde vivienda, cuando él tenía que heredar los uniformes de Ernestico en el Gimnasio Moderno –pobres chinos. El caso es que Samper recuerda con especial cariño las costumbres de las dos muchachas, entre las que estaba que no se despegaban en ningún momento del radio transmisor, y así iban construyendo un mundo lejano de cantantes y actores del cine mexicano, de telenovelas y series. En esos días se hacían famosas, por inmorales y escandalosas, producciones como El derecho de amar, culebrón que los latinoamericanos volverían a padecer a finales del siglo pasado gracias a Televisa, las lágrimas, mocos y tetamen de Verónica Castro.

domingo, 4 de marzo de 2012

Pasillos, corrillos y cotilleos

Stencil de Don Chinche by Stencilrevolution

Era una noche cualquiera, un jueves para ser exactos; una tenue llovizna había humedecido el prado del Parque de la Independencia y la cúpula del planetario. Puntuales como es usual, se abrieron las puertas del auditorio Oriol Rangel para dar inicio a una de las conversaciones más nostálgicas que yo, como escritor, televidente y bogotano, haya presenciado. Pepe Sánchez y Héctor Ulloa se sentaron a la izquierda del escenario para responder las preguntas de un egresado de la Javeriana que estaba más interesado en demostrar su vasto conocimiento sobre la serie que en realidad hacer las preguntas para develar la tras escena de Don Chinche. La mirada del director se perdía con esa tristeza por lo ya lejano, cansada de tanto ver y mirar a través del lente, del guión, del tiempo. El actor, que ya no es actor sino político, se sentía incómodo  y hasta fastidiado de la devoción de sus televidentes de hace tantos años. Le recomiendo que no le pida autógrafos, don Héctor se pasa de famoso.

domingo, 26 de febrero de 2012

Que veinte años no son nada

Óleo de Jorge Velarde
La Universidad Nacional de Colombia es una de las más prestigiosas instituciones de educación superior; a pesar de no haber aprobado su examen de admisión pude hacer dos cursos libres, uno de los cuales fue faro guía en mi posterior carrera de Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana. El otro me dejó una melodramática historia de amor que muy pronto pienso vender a un canal regional para que la convierta en culebrón de media tarde. Por esta (la primera) y muchas otras razones es que con orgullo y desbordada alegría recibí la noticia del ingreso de mi hijo unigénito a la mayor universidad pública del país. Hace unos días fue la semana de inducción y el último acordamos vernos a la salida de sus actividades. Como es usual, tomé un taxi por el corredor Norte-Quito-Sur y llegando al mencionado lugar algo me hizo trasladarme a los tempranos años de la década de los noventa. Había un montón, un chorro, un continuo fluir de muchachitos ataviados de acuerdo a la parafernalia de cuanto grupo, género, subgénero y movimiento contracultural existe.

lunes, 20 de febrero de 2012

Goya, la Colección Rau y el pueblo


"Mujer con una rosa", Pierre-Auguste Renoir

Repasando el álbum de fotos y recuerdos me estrellé con una coletilla de una exposición que, diez años atrás, me permitiera disfrutar de una experiencia de la cual me siento orgulloso y privilegiado: tener el placer de ver una pintura impresionista. La Colección Rau fue una de las exposiciones temporales más exitosas de comienzos de la década pasada, con una asistencia que superó el millar de personas; yo fui una de esas personas, pero fui el último día y padecí las enormes filas que le daban la vuelta a la manzana cultural que en esa época iba como en semilla germinal…

domingo, 12 de febrero de 2012

Los toros a la palestra


"Tauromaquia: Desgracias acaecidas en el tendido",
Francisco de Goya

El humano es un ser particularmente curioso. Parece haber alcanzado la cima evolutiva suprimiendo muchos de los órganos e instintos indispensables para la supervivencia en un entorno silvestre. Es un animal sin pelo, sin garras, bípedo de regular desempeño; por otra parte, su visión es deficiente en la oscuridad, su olfato limitado y su oído es de lo más corriente a nivel biológico. Sin embargo, cuenta con un pulgar oponible y un cerebro enorme capaz de aprender, de recordar; tiene conciencia de sí mismo y es un ser social y cultural.

lunes, 6 de febrero de 2012

Domingo de fútbol en Bogotá

"Mujer leyendo en un jardín", Henri Lebasque

Para mi ego, mi autoestima y mi salud, ha sido un golpe devastador pisar el temido umbral de los cuarenta años de edad.  Por eso procuro olvidarme de las angustias del cotidiano montando en bicicleta, trotando por la alameda del río Fucha y jugando fútbol en cualquier zona verde de esta ciudad. Por eso mismo es que mi frustración no pudo ser más grande cuando, un domingo de sol canicular, me citaron para el cotejo del año en el Parque Simón Bolívar y todo resultó en un chorro de babas, para citar un refrán de típico corte cachaco.

Bodas de plata de un melómano con la Reina Salsa

Coletilla de la boleta del concierto de
Celia Cruz, Daniel Santos y La Sonora Matancera,
el 16 de septiembre de 1988 en Bogotá
Hablar de la salsa como un fenómeno cultural de inconmensurables proporciones no es una labor fácil ni mucho menos, especialmente cuando el escritor, conferencista y hasta atrevido no es salsómano, especialista o profesional de la radio. Mi perspectiva es muy sencilla: soy rockero por naturaleza y melómano por pura curiosidad. Sin embargo, la salsa me representa el sentido de pertenencia que hasta hace pocos años ninguna otra música lograba, más aún cuando mis primeros recuerdos de ver un conjunto de músicos que, en verdad, me conmovía hasta las lágrimas, están asociados con Celia Cruz, Willie Colón y nuestro Maestro Lucho Bermúdez y su orquesta, un 11 de noviembre de 1987 en el Club La Cabaña de Neiva, departamento del Huila, Colombia.